ESPAI REFUGI
Espai creat per a fugir dels malsons i arribar a casa. L'elogi de la paraula, la bellesa de les coses petites i el ritme lent, habitacions principals d'aquest refugi slow de portes obertes.
Espai Refugi
3 de gener del 2017
5 de setembre del 2016
El destí de l'ànima
L'amor és la natura de l'ànima i parla només quan calles. Pot arribar en un viatge curt o després d'anys i anys d'espera. Només apareix quan no busques però imagines.
Anam Cara, JOHN O´DONOHUE
El amor es la naturaleza del alma
El
alma necesita amor con tanta urgencia como el cuerpo necesita oxígeno.
El alma alcanza su plenitud en la calidez del amor.
Todas las posibilidades de tu destino humano duermen en tu alma. Existes para
cumplir y honrar estas posibilidades. Cuando el amor entra en tu vida, las
dimensiones ignotas de tu destino despiertan, florecen y crecen.
La posibilidad es el corazón secreto del tiempo. Sobre su superficie exterior,
el tiempo es vulnerable a la transitoriedad. Cada día, triste o bello, se agota
y se desvanece. En su corazón más profundo, el tiempo es transfiguración. Tiene
en cuenta la posibilidad y se asegura de que nada se pierda u olvide. Aquello
que parece desvanecerse en su superficie, en realidad se transfigura y aloja
en el tabernáculo de la memoria. La posibilidad es el
corazón secreto de la creatividad. Martín Heidegger habla
de la «prioridad ontológica» de la posibilidad. En el nivel más profundo del
ser, la posibilidad es la madre y a la vez el destino transfigurado
de lo que llamamos hechos y sucesos. Este mundo callado y
secreto de lo eterno es el alma. El amor es la naturaleza del alma. Cuando
amamos y permitimos que se nos ame, habitamos cada vez más el reino de lo
eterno. El miedo se vuelve coraje, el vacío deviene
plenitud y la distancia, intimidad.
El amor es nuestra naturaleza más profunda; consciente o inconscientemente, todos buscamos el amor. Con frecuencia elegimos caminos falsos para satisfacer esta sed profunda. La concentración excesiva en nuestro trabajo, logros o búsqueda espiritual puede alejarnos de la presencia del amor. En la obra del alma, nuestras falsas urgencias pueden despistarnos por completo. Lejos de ir en busca del amor, sólo debemos quedamos quietos y esperar que el amor nos encuentre. Algunas de las palabras más bellas sobre el amor se encuentran en la Biblia. La epístola de san Pablo a los corintios es hermosísima: «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor». Otro versículo de la Biblia dice: «El amor perfecto aleja el miedo».
El amor como reconocimiento antiguo
La
verdadera amistad o el amor no se fabrican ni conquistan. La amistad siempre
es un acto de reconocimiento. Esta metáfora se puede hundir en la naturaleza
arcillosa del cuerpo humano. Cuando encuentras a la persona que amas, un
acto de reconocimiento antiguo os reúne. Es como si millones de
años antes de que la naturaleza rompiera su silencio, su arcilla y la tuya
yacieran juntas. Luego, en el ciclo de las estaciones, esa arcilla única se
dividió y separó. Cada uno se alzó como formas individuales de arcilla que
alojaban su individualidad y destino. Sin saberlo, vuestras memorias secretas
lloraban la ausencia mutua. Mientras vuestros seres de arcilla deambulaban
durante miles de años por el universo, el anhelo del otro nunca decayó.
Esta metáfora permite explicar cómo se reconocen súbitamente dos almas en el
momento de la amistad. Puede ser un encuentro en la calle, en
una fiesta, en una conferencia, una presentación banal, y en ese momento se
produce el rayo del reconocimiento que enciende las brasas de la afinidad. Se
produce un despertar, una sensación de conocimiento antiguo. Entráis. Habéis
regresado a casa por fin.
En
la tradición clásica esto encuentra una expresión maravillosa en el Simposio, mágico diálogo de Platón sobre
la naturaleza del amor. Platón vuelve al mito de que en el principio los
humanos no eran individuos singulares. Cada persona era dos seres en uno. Luego
se separaron; por consiguiente, uno pasa la vida buscando su otra mitad.
Al encontrarse, se descubren por medio de este acto de reconocimiento. En
la amistad se cierra un círculo antiguo. Lo que hay de antiguo entre ambos os
cuidará, abrigará y unirá. Cuando dos personas se enamoran, pasan de
la soledad del exilio a la casa única de su comunión. En las bodas corresponde
reconocer la grada del destino que permitió el encuentro de estas dos
personas. Cada una reconoció en la otra a aquella en la cual su corazón
encontraría refugio. El amor jamás debe ser una carga, porque hay algo más
entre ambos que la presencia mutua.
Música: Arvo Pärt, Für Alina nº 1
12 de novembre del 2015
Del gust i de l'escolta
Mengem menjant, lentament, aturant-nos.
Vivim-nos sentint i observant-nos,
per dintre i per fora, descobrint avui el gust i no la pressa
Mirarem de fer-ho, deixant que la ment s'assegui a taula
Anam Cara, JOHN O´DONOHUE
El sentido del sabor es sutil y complejo. La lengua es el órgano
tanto del sabor como del habla. Aquél es una de las víctimas de nuestro mundo
moderno. Vivimos bajo presiones y tensiones que nos dejan poco tiempo para
saborear los alimentos. Una vieja amiga mía suele decir que la comida es amor.
Quien come en su casa, debe hacerlo con tiempo y paciencia, con atención a lo
que se le sirve.
Hemos perdido el sentido del decoro que corresponde al acto
de comer, así como del rito, presencia e intimidad que acompaña la comida; no
nos sentamos a comer a la manera antigua. Una de las cualidades más célebres
del pueblo celta era la hospitalidad. Al forastero se lo recibía con una
comida. Este acto de cortesía precedía invariablemente a cualquier asunto.
Cuando celebras una comida, percibes sabores que habitualmente se te pasan por
alto, Muchos alimentos modernos carecen de sabor; mientras crece, lo fuerzan
con fertilizantes artificiales y lo riegan con productos químicos. Por
consiguiente, su sabor no es el de la naturaleza. El sentido del sabor está
seriamente atrofiado. La metáfora de la comida instantánea es un indicio certero
acerca de la falta de sensibilidad y gusto en la cultura moderna. Esto se
refleja claramente en nuestro uso del lenguaje. La lengua, órgano del sabor
(del gusto), es también el del habla. Muchas de las palabras que empleamos
pertenecen espiritualmente a la categoría de la comida rápida. Son demasiado
insustanciales para reflejar una experiencia, demasiado débiles para expresar
de verdad el misterio interior de las cosas. En nuestro mundo veloz y
exteriorizado, el lenguaje se ha vuelto un fantasma, se ha reducido a
sobreentendidos y etiquetas. Las palabras que aspiran a reflejar el alma llevan
en sí la tierra de la materia y la sombra de y lo divino.
La sensación de silencio y oscuridad que hay detrás de las palabras de las culturas antiguas, particularmente en el folclore, brilla por su ausencia en el uso moderno del lenguaje. Éste está repleto de siglas; nos impacientan las palabras que traen consigo historias y asociaciones. La gente de campo, y en particular la de Irlanda occidental, tiene un gran sentido del lenguaje, una forma de expresarse poética y despierta. El peligro de la intuición y la chispa del entendimiento encuentran expresión en frases diestras. El inglés oral de Irlanda es tan interesante, entre otras razones, debido al pintoresco fantasma subyacente del gaélico, que le infunde gran colorido, sutileza y fuerza. El intento de destruir el gaélico fue uno de los actos de violencia más destructivos de nuestra colonización por Inglaterra. El gaélico, lengua poética y poderosa, es el depositario de la memoria de Irlanda. Cuando se despoja a un pueblo de su lengua, su alma queda desconcertada.
La poesía es el lugar donde el lenguaje se articula bellamente
con el silencio. La poesía es el lenguaje del silencio. Una página en prosa está atestada de palabras. En una página
de poesía, las formas esbeltas de las palabras anidan en el vacío blanco de la
página. Ésta es un lugar de silencio donde se marca el contorno de la palabra y
se potencia la expresión de manera profunda. Es interesante observar el propio
lenguaje y las palabras que uno piensa utilizar para ver si descubre una
quietud o silencio. Si quieres renovar tu lenguaje y darle vigor, acude a la
poesía. Allí tu lenguaje encontrará una iluminación purificadora y renovación sensual.
Ahir vaig veure la pel·lícula Una pastelería en Tokio, de la directora Naomi Kawase (Still the water), que té gust lent i dolç i que parla de la vida, la natura i de les coses petites que et poden fer feliç. També de situacions i condicions amargues que sorprenen, de l'entendre la situació dels altres i de la por i la visió general del món que ens envolta.
No us la perdeu! Millor V.O.S
5 de novembre del 2015
Imperfecció
Allà on et comprenen és casa teva. I no et calen gran
estructures, ni arquitectes amb grau, ni molts metres
quadrats de terreny, ni tan sols una extensió fèrtil.
Anam Cara, JOHN O´DONOHUE
La
tradición celta posee una hermosa concepción del amor y la amistad. Una de sus
ideas fascinantes es la del amor del alma, que en gaélico antiguo es anam cara, «Anam» significa «alma» en
gaélico, y «cara» es «amistad». De
manera que «anam-cara» en el mundo
celta es el «amigo espiritual». En la iglesia celta primitiva se llamaba anam cara a un maestro, compañero o guía
espiritual. Al principio era un confesor» a quien uno revelaba lo más íntimo y
oculto de su vida. Al anam cara se le
podía revelar el yo interior, la mente y el corazón. Esta amistad era un acto
de reconocimiento y arraigo. Cuando uno tenía un anam cara, esa amistad trascendía las convenciones, la moral y las
categorías. Uno estaba unido de manera antigua y eterna con el amigo
espiritual. Esta concepción celta no imponía al alma limitaciones de espacio ni
tiempo. El alma no conoce jaulas. Es una luz divina que penetra en ti y en tu
otro. Este nexo despertaba y fomentaba una camaradería profunda y especial.
Juan Casiano dice en sus Colaciones
que este vínculo entre amigos es indisoluble: «Esto, digo, es lo que no puede
romper ningún azar, lo que no puede cortar ni destruir ninguna porción de tiempo
o de espacio; ni siquiera la muerte puede dividirlo».
En la vida
todos tienen necesidad de un anam cara,
un «amigo espiritual». En este amor eres comprendido tal como eres, sin
máscaras ni pretensiones. El amor permite que nazca la comprensión, y ésta es
un tesoro invalorable. Allí donde te comprenden está tu casa. La comprensión
nutre la pertenencia y el arraigo. Sentirte comprendido es sentirte libre para
proyectar tu yo sobre la confianza y protección del alma del otro. Pablo Neruda
describe este reconocimiento en un bello verso: «Eres como nadie porque te
amo». Este arte del amor revela la identidad especial y sagrada de la otra
persona. El amor es la única luz que puede leer realmente la firma secreta de
la individualidad y el alma del otro. En el mundo original, sólo el amor es
sabio, sólo él puede descifrar la identidad y el destino.
El anam cara es un don de Dios. La amistad
es la naturaleza de Dios. La idea cristiana de Dios como Trinidad es la más
sublime expresión de la alteridad y la intimidad, un intercambio eterno de
amistad. Esta perspectiva pone al descubierto el bello cumplimiento del anhelo
de inmortalidad que palpitaba en las palabras de Jesús: «Os llamo amigos».
Jesús, como hijo de Dios, es el primer Otro del universo; es el prisma de toda
diferencia. Es el anam cara secreto
de todos los individuos. Con su amistad penetramos en la tierna belleza y en
los afectos de la Trinidad. Al abrazar esta amistad eterna nos atrevemos a ser
libres.
Potser serà un espai imperfecte però ja som a casa
19 d’octubre del 2015
Mirant amb els ulls oberts
Moltes vegades mirem sense observar,
només obrint i tancant els ulls,
sense ni adonar-nos
que la nostra mirada ens vol parlar
només obrint i tancant els ulls,
sense ni adonar-nos
que la nostra mirada ens vol parlar
(extracte del llibre) Anam Cara, JOHN O´DONOHUE
El ojo es como el alba
En el ojo humano, la intensidad de la presencia humana se concentra de manera singular y se vuelve accesible. El universo encuentra su reflejo y comunión más profundos en él. Puedo imaginar a las montañas soñando con el advenimiento del ojo humano. Cuando se abre, es como si se produjera el alba en la noche. Al abrirse, encuentra un mundo nuevo. También es la madre de la distancia. Al abrirse, nos muestra que los otros y el mundo están fuera, distantes de nosotros. El acicate de tensión que ha animado a la filosofía occidental es el deseo de reunir el sujeto con el objeto. Acaso es el ojo como madre de la distancia quien los separa.
Pero en un sentido maravilloso, el ojo, como madre de la distancia, nos lleva a preguntarnos por el misterio y la alteridad de todo lo que está fuera de nosotros. En este sentido, el ojo es a la vez la madre de la intimidad, ya que acerca lo demás a nosotros. Cuando realmente contemplas algo, lo incorporas a ti. Se podría escribir una bella obra espiritual sobre la santidad de la contemplación. Lo opuesto de ésta es la mirada escrutadora. Cuando te escrutan, el ojo del Otro es un tirano. Te conviertes en objeto de la mirada del Otro de una forma humillante, invasora y amenazante.
Cuando miras algo profundamente, se vuelve parte de ti. Éste es uno de los aspectos siniestros de la televisión. La gente mira constantemente imágenes vacías y falsas; imágenes pobres que invaden el mundo interior del corazón. El mundo moderno de la imagen y los medios electrónicos recuerdan la maravillosa alegoría de la cueva de Platón. Los prisioneros, engrillados y alineados, contemplan la pared de la cueva. El fuego que arde a sus espaldas proyecta imágenes en la pared. Los prisioneros creen que esas imágenes son la realidad, pero sólo son sombras reflejadas. La televisión y el mundo informático son enormes páramos llenos de sombras. Cuando contemplas algo que puede devolverte la mirada o que posee reserva y profundidad, tus ojos se curan y se agudiza tu sentido de la vista.
Existen personas físicamente ciegas, que han vivido siempre en un monopaisaje de tinieblas. Nunca han visto una ola, una piedra, una estrella, una flor, el cielo ni la cara de otro ser humano. Sin embargo, hay personas con visión perfecta que son totalmente ciegas. El pintor irlandés Tony O'Malley es un artista maravilloso de lo invisible; en una bella introducción a su obra, el artista inglés Patrick Heron dijo: «A diferencia de la mayoría de las personas. Tony O'Malley anda por el mundo con los ojos abiertos».
Muchos hemos convertido nuestro mundo en algo tan familiar que ya no lo miramos. Esta noche podrías hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué he visto realmente hoy? Te sorprendería lo que no has visto. Tal vez tus ojos han sido reflejos condicionados que han funcionado todo el día de manera automática, sin prestar verdadera atención ni reconocer nada; tu mirada jamás se ha detenido ni prestado atención. El campo visual siempre es complejo, los ojos no pueden abarcarlo todo. Si tratas de captar el campo visual total, éste se vuelve indistinto y borroso; si te concentras en un aspecto, lo ves claramente, pero pierdes de vista el contexto.
El ojo humano siempre selecciona lo que quiere ver, a la vez que evita lo que no quiere ver.
La pregunta crucial es qué criterio empleamos para decidir qué queremos ver y cómo eludimos lo que no queremos ver. Esa estrechez de miras es causa de muchas vidas limitadas y negativas. Es desconcertante comprobar que lo que ves y cómo lo ves determina cómo y quién serás. Un punto de partida interesante para el trabajo interior es explorar la propia manera particular de ver las cosas. Pregúntate: ¿de qué manera contemplo el mundo? La respuesta te permitirá descubrir tus criterios para ver. Hay muchos estilos de visión.
12 d’octubre del 2015
La intimitat
El cos també ens parla, i el moviment ens retrau cap endins o ens empeny cap a fora. És l'envoltori savi que camina per nosaltres: algunes vegades, dins la intimitat del paisatge que ens envolta; altres dies, cap al silenciós viatge de l'ànima.
(extracte del llibre) Anam Cara, JOHN O´DONOHUE
El cuerpo es el ángel del alma
A veces parece existir una misteriosa correspondencia entre
el alma y la presencia física del cuerpo. Esto no es verdad en todos los
casos, pero con frecuencia permite vislumbrar la naturaleza del mundo interior
de la persona. Existe una relación secreta entre nuestro ser físico y el ritmo
de nuestra alma. El cuerpo es el lugar donde se revela el alma. Un amigo de
Conamara me dijo una vez que el cuerpo es el ángel del alma. El cuerpo es el
ángel que expresa el alma y vela por ella; siempre debemos cuidarlo con amor.
Con frecuencia se convierte en el chivo emisario de los desengaños y venenos
de la mente. El cuerpo está rodeado por una inocencia primordial, una
luminosidad y bondad increíbles. Es el ángel de la vida.
El cuerpo puede alojar un inmenso espectro e intensidad de
presencia. El teatro lo ilustra de manera notable. El actor tiene suficiente
espacio interior para asumir un personaje, dejar que lo habite totalmente, de
manera que la voz, la mente y la acción de éste se expresan de manera sutil e
inmediata a través del cuerpo de aquél. El cuerpo encuentra su expresión más
exuberante en el maravilloso teatro de la danza, esa escultura en movimiento.
El cuerpo da forma al vacío de manera conmovedora, majestuosa. Un ejemplo emocionante
de ello es la danza sean nos de la tradición irlandesa, en la cual el bailarín
expresa con su cuerpo la agitación salvaje de la música.
Se cometen muchos pecados contra el cuerpo, incluso en una
religión basada en la Encarnación. En la religión se presenta al cuerpo como la
fuente del mal, la ambigüedad, la lujuria y la seducción. Es un concepto falso
e irreverente. El cuerpo es sagrado. Estas concepciones negativas se originan
en gran medida en las interpretaciones falsas de la filosofía griega. La
belleza del pensamiento griego reside precisamente en que destacaba lo divino.
Éste los acechaba y ellos trataban de reflejarlo, hallar en el lenguaje y el
concepto una expresión de su presencia. Eran muy conscientes del peso del
cuerpo y cómo parecía arrastrar a lo divino hacia la Tierra. Malinterpretaron
esta atracción terrena, viendo en ella un conflicto con el mundo de lo divino.
No concebían la Encarnación ni tenían la menor idea de la Resurrección.
Cuando la tradición cristiana incorporó la filosofía griega,
introdujo este dualismo en su mundo intelectual. Se concebía al alma como algo
bello, luminoso, bueno. El deseo de estar con Dios era propio de su naturaleza.
Si no fuera por el peso indeseable del cuerpo, el alma habitaría constantemente
lo eterno. Así, el cuerpo se volvió sospechoso en la tradición cristiana.
Jamás floreció en ella una teología del amor erótico. Uno de los pocos textos
donde aparece lo erótico es el bello Cantar de los Cantares, que celebra lo
sensual y sensorial con maravillosa pasión y ternura. Este texto es una
excepción, y sorprende su admisión en el canon de las Escrituras. En la
tradición cristiana posterior, y sobre todo en la Patrística, el cuerpo es
objeto de suspicacia y hay una obsesión negativa por la sexualidad. El sexo y
la sexualidad aparecen como peligros en el camino de la salvación eterna. La
tradición cristiana suele denigrar y maltratar la presencia sagrada del cuerpo.
Sin embargo, ha servido de maravillosa fuente de inspiración para los artistas.
Un bello ejemplo es El éxtasis de santa Teresa de Bernini, donde el cuerpo de
la santa es presa de un rapto en el cual lo sensorial es inseparable de lo
místico.
De dins cap a fora, obra de Heather Hansen
De fora cap a dins, La intimitat (Amb Filosofia)
I per mirar més endins, els filòsofs també parlen de silenci, d'espai i de l'ànima...
6 d’octubre del 2015
Mirant el Silenci
A propòsit de la mirada i el silenci, el grup de Ioga Migjorn (dissabtes, a Sant Vicenç de Castellet) participarem en la performance de l'artista Ada Vilaró a la Fira Mediterrània el pròxim 17 d'octubre, a partir de les 10:45 del matí a la Plana de l'Om de Manresa. L'acompanyarem, en silenci, mirant cap a dins, asseguts/es al seu costat. Podeu venir també a mirar per dins, acompanyant-la, acompanyant-nos...
Performance Ada Vilaró -Present 24h
La santidad de la mirada
(extracte del llibre) Anam Cara, JOHN O´DONOHUE
En Sudamérica, un periodista amigo mío conoció a un viejo
jefe indígena a quien quería entrevistar. El jefe accedió con la condición de
que previamente pasaran algún tiempo juntos. El periodista dio por sentado que
tendrían una conversación normal. Pero el jefe se apartó con él y lo miró a los
ojos, largamente y en silencio. Al principio, mi amigo sintió terror: le parecía
que su vida estaba totalmente expuesta a la mirada y el silencio de un
extraño. Después, el periodista empezó a profundizar su propia mirada. Así se
contemplaron durante más de dos horas. Al cabo de ese tiempo, era como si se
hubieran conocido toda la vida. La entrevista era innecesaria. En cierto
sentido, mirar la cara de otro es penetrar en lo más profundo de su vida.
Con mucha ligereza damos por sentado que compartimos un solo
mundo con los demás. Es verdad que en el nivel subjetivo habitamos el mismo
espacio físico que los demás seres humanos; después de todo, el cielo es la
única constante visual de nuestra percepción. Pero este mundo exterior no
permite el acceso al mundo interior del individuo. En un nivel más profundo,
cada uno es custodio de un mundo privado, individual. A veces nuestras
creencias, opiniones y pensamientos son un medio para consolarnos con la idea
de que no sobrellevamos el peso de un mundo interior singular. Nos complace
fingir que pertenecemos al mismo mundo, pero estamos más solos de lo que pensamos.
Esta soledad no se debe exclusivamente a las diferencias entre nosotros;
deriva del hecho de que cada uno está alojado en un cuerpo distinto. La idea de
la vida humana alojada en un cuerpo es fascinante. Por ejemplo, quien te visita
en tu casa, se hace presente corporalmente. Trae a tu casa su mundo interior,
sus vivencias y memoria a través del vehículo de su cuerpo. Mientras dura la
visita, su vida no esta en otra parte; está totalmente allí contigo, frente a
ti, buscándote. Al finalizar la visita, su cuerpo se endereza y se aleja
llevando consigo ese mundo oculto.
Mirant-nos per dins per entendre el Silenci
El silenci i la mirada, l'Ada i la seva performance em recorden a l'artista Marina Abramovic
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